El Programa INTEGRA busca reducir las vulnerabilidades de las personas en situación de movilidad humana y ecuatorianas mediante la integración socioeconómica

Guayaquil e Ibarra, 26 de mayo de 2022.- En el marco del Programa INTEGRA, financiado por la Unión Europea y ejecutado por Ayuda en Acción, CISP y HIAS, 78 personas en situación de movilidad y de las comunidades de acogida fueron las protagonistas de la primera edición de graduación en emprendimientos sostenibles.

Los eventos de graduación tuvieron lugar en Guayaquil e Ibarra y son ejemplos de cómo la población en situación de movilidad humana, en conjunto con la comunidad de acogida, constituyen motores importantes para dinamizar la economía local, según expresó Sebastián González, coordinador nacional del Programa INTEGRA.

“Emprender es generar ingresos, es activar la economía a través de los comerciantes del sector, es usar servicios públicos, y esa integración es la que nos hace sostenibles, vinculándonos a una comunidad”.

Este proceso de capacitación forma parte de la iniciativa de INTEGRA, que busca reducir las vulnerabilidades de las personas migrantes y refugiadas, así como las de las comunidades de acogida, favoreciendo la integración y la inclusión social. En este contexto, contribuye a aumentar la resiliencia y a superar la crisis económica y social provocada por la pandemia en Ecuador.

También cabe señalar que durante este proceso se han involucrado diferentes sectores como la academia y las cámaras de comercio, entre otros, para construir comunidades sin fronteras: Banco de Desarrollo del Ecuador, Cámara de Comercio y Producción de Ibarra, Cooperativa de Ahorro y Crédito Mujeres Unidas (CACMU), Departamento de Desarrollo Económico del GAD Ibarra, Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria, LAB XXI, Misión Alianza de Noruega en Ecuador y Universidad de Guayaquil, incubadora de Empresas Innovug.

Resiliencia como sinónimo de superación

Según datos del Banco Mundial, pese a que parte de la población venezolana cuenta con títulos profesionales no son remunerados de forma justa, el 57% trabaja informalmente, llegando a cobrar un 42% menos de salario. José Luis es diseñador gráfico, hace tres años dejó la Orquesta Sinfónica de Venezuela y llegó a Ecuador con su esposa y sus dos hijos. Dejó su pasión por el piano y la música para trabajar en la construcción. Como en el caso de Abdías, músico de la Orquesta Sinfónica del Zulia llegó hace más de cuatro años con su esposa y su hijo en busca de mejores oportunidades. Pasó por todo tipo de empleos, si bien actualmente ha retomado su pasión: “Cuando empezó a flexibilizarse la situación por la pandemia, retomé mi emprendimiento de música, y me llegó la oportunidad de Ayuda en Acción a través de INTEGRA, donde me pude capacitar, y ampliar mi abanico de oferta”.

“Hasta que nos golpeó esta terrible situación de la pandemia, y como muchos negocios, la mueblería cerró”.

Melissa es arquitecta de profesión. Sin embargo, reconoce que eso no fue impedimento para empezar a trabajar en una mueblería al poco tiempo de llegar a Guayaquil. Después de la emergencia sanitaria de COVID-19, Melissa se adaptó para encontrar nuevos caminos a través de su emprendimiento de comidas venezolanas.

Laura* llegó a Ibarra hace ocho años, huyendo de la violencia en su país. Antes de la emergencia sanitaria de COVID-19, decidió emprender con una heladería. “Llevaba cuatro años con este negocio familiar, pero cuando llegó la pandemia tuve que vender el mobiliario de mi local en Cotacachi para hacer frente a los gastos”. Sin embargo, su capacidad para adaptarse a ese nuevo contexto hizo que reinventara su negocio con el servicio a domicilio: “Los clientes me preguntaban por mis helados de paila, y se me ocurrió la idea de realizar entregas”.

INTEGRA brinda capital semilla para obtener ingresos

Además de la formación para fortalecer sus habilidades y generar planes de negocio en los sectores de gastronomía, tecnología, belleza y artesanías, INTEGRA también ha otorgado capital semilla en bienes y equipos, necesarios para fortalecer y sostener sus emprendimientos, obteniendo así mayores recursos económicos. “Esta formación me ha hecho crecer y ver que no es solo una necesidad para nuestra familia, sino es que seamos parte de la economía, que seamos productivos y beneficiosos, y que nuestro producto tiene una propuesta de valor”, comenta Orleyzmar sobre el proceso de aprendizaje en INTEGRA.

En el caso de Laura, ella ha podido volver a su local. Gracias a INTEGRA ha podido reacondicionar su negocio con nuevo mobiliario y utensilios de cocina: “Ha sido un gran impulso para arrancar de nuevo, combinando la atención personalizada y el servicio a domicilio. Además de significar un plus para el sustento de mi familia, me enorgullece contribuir con la cultura local a través de la elaboración de helados de paila”.

Precisamente, la dinamización de la economía local es un componente que involucra también a la población de acogida, como en el caso de Catalina.

En Guayaquil ha creado su negocio de confección, y afirma que “la máquina proporcionada por INTEGRA ha aumentado mi producción entre 20% y 30%, mejorando mis expectativas e ingresos económicos”.

Desde Monte Sinaí, Kerly forma parte de este proceso de integración. Ella ha diversificado su emprendimiento para realizar trabajos en los que antes no estaba capacitada.

“Gracias a la entrega del capital semilla he podido variar mi producción, e implementar el proceso de sublimación que antes tenía que pagar a otros proveedores”.

Para José Luis, la dotación de equipo y herramientas de construcción le ha brindado independencia, ya que antes tenía que pedir prestado el material para trabajar: “Ahora puedo optar a más trabajos por mi cuenta, tengo mayor capacidad para ello, y eso me permite obtener mayores ingresos económicos”.

Sobre INTEGRA

El programa INTEGRA es una iniciativa de la Unión Europea para promover la sostenibilidad y continuidad de los esfuerzos de integración socioeconómica de la población migrante y refugiada venezolana. El proyecto Integración de refugiados venezolanos y apoyo a las comunidades de acogida es ejecutado por un consorcio de ONG internacionales integrado por Ayuda en Acción, CISP y HIAS. El programa también cuenta con la implementación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a través del fortalecimiento del Estado, con un especial énfasis en la participación de mujeres y su empoderamiento económico.

En líneas generales, se busca continuar fortaleciendo las respuestas nacionales y las capacidades de los gobiernos locales para contribuir a la recuperación y la reactivación económica luego de la pandemia de COVID-19, y así generar espacios de convivencia pacífica y mejora de la cohesión social entre la población venezolana y las comunidades de acogida.

El programa inició en abril de 2021, con una duración de tres años se ejecuta en las provincias de Azuay, Cotopaxi, El Oro, Guayas, Imbabura, Manabí, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas y Tungurahua.

* Por razones de seguridad, se hace uso de nombres ficticios.